se pierde entre lo espeso del pensamiento,
entre los gritos y la desesperanza,
la luz se quiere quedar,
le digo que todo va a estar bien
y no me cree y se va,
le digo que no sea ingenua,
que no se deje y se va,
y así ella y yo nos tratamos de convencer
que nos bastamos, pero la pobre cojea,
y se me cae, la levanto y se cae,
ya se canso de llorar e igual las lágrimas salen solas,
le digo que se va a secar,
la pobre no duerme, se levanta de madrugada
y no descansa,
se despierta para seguir con la pesadilla,
se levanta con el pie izquierdo y remata conmigo,
le digo que así va a echar a perder todo,
y por ratos entre lo que le entiendo
en sus pequeñas palabras me dice "no importa",
la quiero abandonar,
recibo los golpes de su angustia,
de su insatisfacción,
la voy a abandonar para que habite en otra alma,
ahora por el momento le doy la espalda al espejo.
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